
Para establecer el monto de las cuotas es necesario tener en cuenta al menos tres cosas: el costo operativo, el servicio por ofrecer y la realidad económica.
En primer lugar, cuando me refiero al costo operativo estoy hablando de los siguientes cuatro puntos:
- Si la institución percibe aporte estatal o no (destinado al pago del salario de los docentes y directivos). En caso de tener subvención, qué porcentaje representa la misma.
- El salario del personal docente extraprogramático, administrativo y maestranza.
- Los gastos fijos necesarios para el buen funcionamiento del edificio: servicios (luz, agua, gas, teléfono, internet), impuestos, seguro de responsabilidad civil, atención médica para los estudiantes, proveedores, gastos de oficina, entre otros.
- Inversiones relacionadas a infraestructura y mejoras edilicias, reemplazos de equipos, incorporación de tecnología y capacitaciones para el personal.
Lo segundo, el servicio educativo. No debería tener el mismo valor de su arancel la escuela que dicta solo el contenido del diseño curricular aprobado por el Ministerio de Educación, que la institución que por ejemplo dicta materias extraprogramáticas como: Portugués, Informática, Robótica, talleres de arte en contra turno, o si posee una plataforma digital. Si es de jornada simple o extendida.
Y, por último, las características económicas de la zona y de la población escolar.
Estas tres cosas son las que nos orientan a la hora de elaborar un presupuesto y definir el importe de las cuotas que los padres tendrán que pagar para que sus hijos estudien.