PARTE 2
Una pregunta que debemos responder al comenzar un proyecto educativo es:
¿Para qué quiero abrir la escuela? ¿Cuál es el público que quiero alcanzar?
Pareciera ser muy simple mi pregunta, sin embargo he entrevistado personas que programan un proyecto educativo de manera no muy clara ni acorde con el público que pretenden alcanzar. Por esa razón es que las empresas realizan un estudio de mercado, para poder definir su nicho. Es fundamental realizar una declaración de propósito (visión, misión y objetivos). De la misma manera debemos hacer nosotros, es más, la Dirección General de Educación Pública de Gestión Privada exige fundamentar y justificar en el proyecto, para que este fuera aprobado, el porqué es necesario abrir otra institución más.
Por ejemplo, las escuelas confesionales (católicas, evangélicas, adventistas, entre otras) miran a la educación como un espacio de evangelización. De allí podríamos definir que su misión es clara; no obstante, no termina todo ahí, también ellas deben tener en cuenta: área geográfica de influencia, realidad socioeconómica, población, análisis de la demanda (encuestas y estadísticas), perfil de ingreso y egreso, entre otros.
Definir la segmentación también es vital porque nos permite preparar un presupuesto de acuerdo con eso. A veces nuestra mirada está en llegar a la gente de un radio específico de la ciudad, pero no conseguimos tener los recursos para satisfacer las necesidades del mismo.
Por eso te animo a que comiences con una hoja y un lápiz, anotando la respuesta a estas preguntas. Quizás es más fácil hacer una descripción de lo que no querés para tu escuela, así, entonces, podrás ir haciendo definiciones más concretas.
